sábado, 20 de agosto de 2011

ETERNA JUVENTUD DIVINO TESORO

La eterna juventud es lo que todos deseamos a costo cero, sin hacer nada para lograrla. Pues te diré que si de esa forma por cualquier azar que ocurriese, la lograras, de nada te serviría porque como te llegó así se esfumaría. Ella consta, de cavilaciones, deseos, esfuerzos, compromiso, no con nadie, sino contigo mismo, y de un buen plan. La eterna juventud no es para mostrarla a nadie, es para vivirla intensamente, para sentirla vibrar en tu piel, en tu cabeza, para no dominar ese nerviosismo que sientes cuando la experimentas.  Ella te da motivo, te carga de energía, haces cosas que jamás te hubieras imaginado que tendrías la capacidad de llevar adelante.

El saber el por qué y el para qué la deseamos, es la parte inicial y fundamental para comenzar a desarrollar un profundo y detallado conjunto de acciones con la mirada puesta en ese objetivo principal que es conseguir no envejecer. Envejecer no es que pierdas funciones, vitalidad ó que se te marchite la piel y te salgan canas. Envejecer es no tener ganas de…, es conformarse con lo que hay y quedarse estático, es no atreverse a ver las cosas patas arriba, es no cuestionar ni cuestionarse, es no buscar, no tener curiosidad, no seguir aprendiendo, no seguir buscando motivación para danzar con la vida.

La interpretación que podamos dar a la eterna juventud, está dentro de cada uno, el hallarla es todo un reto, es descubrirse a sí mismo para sí mismo. Ese elixir que desde tiempos inmemoriales el hombre busca para mantenerse eternamente joven, nunca dio sus frutos porque su búsqueda estaba errada en el lugar que la practicaba. El ser humano siempre lo buscó fuera de sí mismo, solo unos pocos privilegiados a través de la historia supieron donde buscar ese elixir. Algunos compartieron su secreto y no fueron creídos, no porque no tuvieran razón, sino porque lo que proponían suponía mucho esfuerzo y dedicación. A tal punto, que fueron tratados como mentalmente inadaptados, y habiendo perdido el poder de raciocinio.

Otros confundieron y confunden instantes y momentos producidos artificialmente que generan estados de euforia, desatino y evasión con felicidad y armonía para combatir el envejecimiento. Nada más errado creer que envenenando el cuerpo conseguiremos engañar al alma, ese cofre que bien guarda secretos que de tan bien cerrado que está muchos seres mueren sin develar sus tesoros. El encontrar la armonía, paz y tranquilidad nos puede llevar toda una vida, mejor dedicación no habrá, para el que en la justa medida pueda evadirse de las posesiones materiales y sus ficticias recompensas.

No confundir la eterna juventud con la vida eterna, ambas discurren por carriles separados y con fines totalmente disímiles. El pretender vida eterna es un egoísmo, tal y como conocemos la vida hasta el momento, y además estamos preparados?. Pues desde donde se lo mire ó trate de imaginar, nuestra realidad hasta el presente está acotada, que la esperanza de vida se ha prolongado al doble en el último siglo, eso es cierto, que la mortalidad infantil del 25% ó más ha caído a menos de 1 por mil en los últimos setenta años también es verdad. Con todo esto es fácil llegar a deducir que si las cosas siguen al paso que van en poco tiempo alcanzaremos la vida eterna, con buena salud? siendo felices? ó todo lo contrario?

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